Por Bárbara Vera.
Serie alemana original de Netflix que fue estrenada el 1 de diciembre del 2017 y creada por Baran bo Odar y Jantje Friese, en idioma original por primera vez en la plataforma. El nombre de la serie da una idea sobre lo que puede tratar la trama más adelante en los episodios, lo que realmente ocurre en las 3 temporadas ya emitidas es que lo oscuro de la historia aumenta exponencialmente hacia los rincones más retorcidos e inquietantes del pequeño pueblo alemán de Winden, donde todos se conocen de la escuela por generaciones.
Estas escenas quedan inmortalizadas en nuestra memoria desde el principio con innumerables exquisitos detalles de la imagen, entregadas con sutileza para el espectador fanático de los viajes en el tiempo y la ficción. La música dirige el suspenso hasta la oscuridad profunda de la vida de los personajes favoritos, los cuales estarán rodeados de circunstancias de incertidumbre que nos mantienen paralizados tratando de entender la naturaleza de los acontecimientos sin volvernos locos con la cantidad de actores que interpretan esta historia.Muchos han mencionado que se trata de una de las mejores series de la historia, yo vengo a decirle por qué y a la altura de Breaking Bad y Mr. Robot. Lo primero que me hace pensar esto es que el proyecto estaba programado para que durara 3 temporadas y así fue a pesar del gran éxito que tuvo en todo el mundo, y si digo todo el mundo es porque se siente como que todo el mundo de verdad quedó hipnotizado con Jonas y Martha en la búsqueda del origen. No se hizo necesario alargar de más las temporadas ya que la historia estaba perfectamente desarrollada con todos los personajes durante el tiempo, fue pensada meticulosamente para brindar el efecto de intriga hacia, y no estoy exagerando, todos los personajes. Todos los personajes estaban a cargo de partes esenciales de esta obra y lo entregaron con precisión para no quedar en el olvido después cuando ya todo comienza a hacer sentido. No puedo asegurarles que esta serie en algún momento les haga sentido, ya que cuando la vemos es inminente el cuestionamiento hacia la naturaleza de nuestra existencia.