Por Emmanuel Farfán.
El mercado de vinos chilenos en el país es muy amplio en variedades (o las denominadas “cepas”), en denominaciones de origen (o llamadas “valles”), en diversidad de tipos (como espumantes, blancos, naranjos, roses y tintos), y en diferencias de precios: uno puede conseguir una botella por $1.500 (USD 2) o uno de mayor precio, por ejemplo, un vino de la viña Chadwick que cuesta alrededor de $400.000 (USD 525). ¿Gastarías todo tu sueldo (o parte de él) en una botella? uno de cada tres chilenos no podría hacerlo porque gana menos de $400.000 (USD 525).
En este último tiempo hemos escuchado sobre el “salario o sueldo mínimo”. Año tras año el ejecutivo busca acuerdos con el congreso para fijar el aumento de ese monto. Actualmente, en Chile el mínimo es de $320.500 brutos (USD 420), lean bien: no líquidos. El subsidio del “ingreso mínimo garantizado” sería de $45.353, alcanzando un ingreso bruto de $365.853 (USD 480) y un líquido de $301.753 (USD 396). Según el estudio de la Fundación Sol “¿Quiénes ganan el salario mínimo en Chile?”,de los economistas Durán y Kremerman, plantea que 890.573 personas ganan el salario mínimo o menos. Esas personas, con su sueldo, no podrían comprarse el vino ícono mencionado anteriormente.
En mi vida de catador, varios me han preguntado si una botella de un ícono, que cuesta alrededor de los $40.000 (USD 53) a los $400.000 (USD 525), los vale o no. Cada viña y/o distribuidor coloca los precios que les parezca adecuados según el tipo de vino. Del mismo modo, les podría decir que, aunque a veces hay gastos en marketing y comerciales dentro de una botella, el vino dentro de ella los vale por su forma de producción, su cuidado y todo lo que está alrededor de ese producto. No por nada, muchos de ellos obtienen grandes puntajes por diferentes críticos internacionales.
Por ejemplo, ese mismo vino mencionado de la Viña Chadwick en el año 2016 fue el primer vino chileno que obtuvo la puntuación perfecta -100 puntos- con su añada 2014. Por si eso fuera poco, hay que considerar lo sucedido en el TheBerlinTastingde 2004, en donde Eduardo Chadwick invitó a diversos catadores del mundo del vino europeo para catar a ciegas los mejores vinos de Italia y Francia, junto a sus vinos, es decir, el jurado no conocería qué vino habría en sus copas y determinarían el mejor. El resultado fue: su añada 2000 ganó el primer lugar y el segundo lugar fue otro chileno “Seña” 2001, este último con un valor comercial cercano a los $200.000 (USD 262). De ahí se forja historia para estos íconos en el mundo entero. Yo he tenido la fortuna de degustarlos y son maravillosos: por su estructura, su intensidad aromática, complejidad y una grata experiencia al paladar. Por eso siempre pienso que es una lástima que no todos los chilenos tengan la posibilidad de catarlos.
Retomando lo del “sueldo mínimo”, el gobierno planteaba de un reajuste de $1.500. Y como última oferta se ofrecieron $6.000, la que fue rechazada por el congreso. Esto muestra que muchas veces se piensa más con la planilla de Excel y “las curvas keynesianas a la chilena” de la oferta y demanda laboral, así como también en los lineamientos de las grandes e influyentes empresas del país sin tener en mente el bienestar de los trabajadores que habitan Chile y que diariamente salen de sus casas para cumplir con sus labores. Normalmente se dice que, ante un aumento considerable en el salario mínimo, el desempleo explotaría y se incendiaría el país. Ya nos hemos dado cuenta con los últimos acontecimientos en Chile que los economistas tecnócratas también fallan al basarse solo en la teoría. Un ejemplo reciente fue el retiro del 10%. Ya en el año 2016, nueve años después de sugerir $250 mil y haber sido muy criticado por la entonces senadora Matthei como alguien que no tenía idea de economía y que ponía en riesgo el trabajo en Chile, el monseñor Alejandro Goic volvió a cifrar un sueldo ético, esta vez de $400.000 (USD 525), muy cercano a los $430.000(USD 565) propuesto en noviembre de 2019 por un grupo de congresistas. Pero este gobierno, y los anteriores, han seguido con la tozudez tecnócrata y nunca han tratado de hacer un esfuerzo.
Otro estudio de la Fundación Sol llamado “Mini Salario Mínimo” de 2018 nos revela que, ante el mismo nivel de PIB per cápita (que es básicamente cuánta plata hay en un país por cada habitante) entre países que conforman la OCDE, Croacia que posee el mismo nivel de Chile, tiene un sueldo mínimo un 50% mayor al nuestro. Incluso Holanda y Estados Unidos tenían un sueldo mínimo 3 veces mayor del que tenía Chile.
Esperamos, más temprano que tarde, nos pongamos de acuerdo como país y cada vez bajemos la línea de la pobreza, que exista dignidad en el diario vivir y un sistema de bienestar dentro de todo con salarios decentes para todos los chilenos. Esperamos que algún día cualquier trabajador de Chile un mes de sus vidas pueda tener un desliz al recibir su sueldo y decir “hoy me compraré un Chadwick porque quiero y me lo merezco” ¿No crees que sería hermoso vivir en un país así?